Parece que el coronavirus va a hacer que las cámaras de temperatura sean comunes a partir de ahora. Estas cámaras de temperatura (también llamadas termográficas o termicas) sirven para medir la temperatura corporal de una persona, indicándonos si padece fiebre, es decir, si puede ser que esté sufiendo coronavirus al ser uno de los síntomas.
La cámaras de temperatura, están basadas en termografía infrarroja, técnica que lleva usándose desde 1958 en múltiples casos de uso de construcción, civil e industrial. Con el paso de tiempo la calidad de las cámaras de temperatura ha ido incrementandose a la par que su precio ha ido decreciendo.
La termografía es una técnica que permite determinar temperaturas a distancia y sin necesidad de contacto físico con el objeto a estudiar. La termografía permite captar la radiación infrarroja del espectro electromagnético, utilizando cámaras térmicas o de termovisión.
Imagen por Emilian Robert Vicol de Pixabay
Una cámara térmica o cámara infrarroja es un dispositivo que, a partir de las emisiones de infrarrojos medios del espectro electromagnético de los cuerpos detectados, forma imágenes luminosas visibles por el ojo humano.
Estas cámaras operan, más concretamente, con longitudes de onda en la zona del infrarrojo térmico, que se considera entre 3 µm y 14 µm. Una cámara térmica o infrarroja permite ver la irradiacion de una persona animal u objeto de lo que nosotros no podemos ver de lo que llamamos luz visible.
Las cámaras de temperatura son capaces de detectar en las personas la temperatura corporal con una precisión de 0.5 grados.
Estos son los síntomas del coronavirus y por ello un cámara de temperatura es una buena opción:
- fiebre
- cansancio
- tos seca
- dolores y molestias
- congestión nasal
- abundante secreción nasal
- dolor de garganta
- diarrea
Con la cámara de temperatura podemos medir la temperatura superficial de los cuerpos sin tener que tocar ni acercarnos en exceso a ninguna persona.
Hay que tener en cuenta que en función de la persona, edad, sexo, etc. la temperatura puede variar ampliamente de persona a persona, pero es un síntoma de posible fiebre y enfermedad cuando supera a la media en un entorno con una temperatura constante.
La temperatura de una persona sana suele estar entre los 36 y 37,8 grados.
Las cámaras de temperatura no miden temperatura, sino intensidades de radiación infraroja, y esta si se puede asociar en las zonas donde es más constante como los ojos u orejas a temperatura.
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